La creación corre por torrentes, a veces tranquilos y a veces en torbellinos, con rápidos y remansos pero siempre avanzando. En ocasiones por las venas, acompañando a la sangre, a veces por la bilis respondiendo a una herida infectada en el alma, otras por el sistema digestivo terminando por el colón en forma de desecho, alejando sustancias venenosas o poco nutritivas.

La creación avanza como la corriente de un río.
No hay comentarios:
Publicar un comentario