nacen ortigas en mis labios huérfanos de los tuyos.
Te has despedido de mí, herida y triste, de repente,
cómo se levanta el viento frio en la playa al caer el sol.
Me intento abrigar, pero tus recuerdos son cuchillos
Me intento abrigar, pero tus recuerdos son cuchillos
que me vacían por dentro y la marea alta me atraviesa.
No soy nada, nada más que un hueco triste y yermo,
No soy nada, nada más que un hueco triste y yermo,
apagado, como el volcán que veo desde mi ventana.
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