Los recuerdos de lo que he vivido contigo brotan como primaveras, de color verde turquesa, con tacto de terciopelo, con el aroma a tu piel suave y sabor de besos húmedos.
Son brotes tiernos comestibles. Me alimento de ellos, cada recuerdo que brota lo miro desde todos los ángulos, lo aprecio y lo disfruto, luego me lo como. No lo mastico, le doy vueltas y vueltas por toda la boca y me recuerda la sensación de tu lengua. Cuando lo he saboreado bien, lo trago.
Dentro de mi, se nutre de mi carne, donde echa raíces y se desarrolla.
Nadie lo ve, pero por cada poro de mi piel salen troncos, ramas y hojas. Soy el bosque donde han ido brotando y creciendo tus recuerdos.
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