Libre como el océano te encuentro
con la marea alta en una orilla solitaria,
en tu pelo juega al escondite el sol.
En tus ojos castaños brilla un acuario
mágico de suaves olas y peces de colores,
tus manos juegan con los reflejos del agua.
A veces, de día, vistes tu cola preciosa
con deslumbrantes escamas de pequeñas estrellas,
te diviertes creando con ella todas las mareas.
El placer me embriaga con la visión de tus manos
creando reflejos y salpicaduras en el agua,
y en la distancia, furtivo, admiro tu sonrisa.
Si te tengo cerca vibro con el mar, si te toco,
el universo entero estalla en silencio entre las olas,
rosas y delfines desean nuestro encuentro.
En una orilla solitaria descansando en la arena
poco a poco te vas abriendo como una flor en primavera,
mientras me miras con tus ojos tristes.
Me llamas y me acuesto temblando a tu lado,
brotan centelleantes todos los deseos,
mueves tu cola y tu sexo se muestra limpio entre las escamas.
Beso tus brazos, tu espalda, tu pelo, tu cuello,
tus manos, tus pechos, tu vientre....
al fin, me disuelvo en tus entrañas liquidas.
Mi cuerpo licuado son ondas de colores que vibran
con las olas que te alejan, intento cogerte,
pero solo toco aire. Tus ojos se disuelven en la bruma.
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