viernes, 29 de noviembre de 2019

Parque del Retiro

Recuerdo aquel día, volviendo de una comida, en el que cruzamos el parque del Retiro, dejando atrás las luces de navidad de la ciudad, buscando caminos algo apartados cogidos de la mano (esos dedos tuyos tan delicados y bonitos). Antes de dejar el parque y salir a la calle ocultos por la sombra de un árbol bese tu boca dulce. A la salida, con el corazón desbocado por la fiebre, cada uno seguimos nuestro camino.

No se porque recuerdo eso ahora, pero recuerdo especialmente la niebla que caía sobre el parque, desdibujando las formas. Ayudaba a la niebla el brillo difuminado de las escasas farolas y la oscuridad de la noche.

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