domingo, 23 de diciembre de 2018

Fiebre


La fiebre me asalta inmisericorde
y me trae tu presencia en la neblina,
me pongo a tocar en la danzarina
guitarra de tu cuerpo un acorde.

Imágenes de tu bello cuerpo afrutado,
el océano de tu espalda nítida
hogar del tímido delfín invisible
que me arrastra a un viaje atropellado.

Tu espalda es un caliente arenal,
infinito y bello donde mis manos
trazan ríos de azucenas salvajes,
y escriben un azul poema inmortal.

Termina tu espalda y se inicia
un suave valle de miel y luna.
La erección me asalta inoportuna
y un delfín de plata me acaricia.

Tu espalda es el universo exquisito
que acoge mi alma enloquecida.
Delirio enfebrecido, dormito.

Me devuelven sereno y frío
el caldo caliente y el gelocatil,
tu recuerdo me lleva como un río...

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