Biografia onírica
lunes, 24 de marzo de 2025
Sueño en tu ombligo
Insatisfecho vuelvo desnudo a ti, amante mestiza y pura, suave y áspera, me sumerjo en tu río tímido y me pierdo con la gente que habita tu piel. Hundo mis ojos cerrados en tu ombligo, kilómetro cero del mundo y sueño.... Al final, sin remedio, sé que solo te amo a ti, Madrid.
lunes, 13 de febrero de 2023
la luna te mira
Brillante te mira la luna,
la luna te esta mirando
con sus grandes ojos blancos.
Yo la miro y tu la miras,
y nuestras miradas se cruzan
en los mares de la luna.
Para no olvidar tus ojos
la luna amante estoy mirando
y ella con su luz me acuna
Esta noche limpia y clara,
la luna me está mirando
y yo veo en ella el reflejo
de tus ojos bailando.
miércoles, 9 de noviembre de 2022
Más allá del mar no hay nada
Estoy navegando a la deriva buscando tierra, atravesando un mar azul tan intenso como mi deseo. Día tras días solo veo agua, algunos peces de colores y de cuando en cuando un delfín que viene a acompañarme y me trae entre su boca una flor de camelia. Eso me ha dado esperanzas de llegar pronto a mi destino. Un destino desconocido que solo he visto en sueños este mes de noviembre.
Cada día, el mismo sol, la misma sal quemándome la boca, el
mismo azul deslumbrante. El mismo delfín con la misma flor.
Llevo así ya más de seis años, alimentándome de camelias y
bebiendo recuerdos que, ahora dudo, tal vez sean solo espejismos.
Borracho de sal y sol, he llegado a una certeza, más allá del
mar no hay nada, solo las sirenas que juegan con mis esperanzas.
¿Cuántos años más pasaré persiguiendo sueños?. También ahora
se, viejo y cansado, que son solo mis sueños los que alimentan las camelias que me nutren.
domingo, 11 de julio de 2021
Tocarte
Pero hay una sensación epidérmica que sobresale de todas las demás. La sensación de tocar tu piel es una experiencia mágica.
martes, 6 de julio de 2021
Postres dulces
y continuo hambriento con tus bonitas orejas de fresa
antes de saborear tus brazos de crema como un loco
con mi lengua, hojaldre vivo relleno de frambuesa.
Me hundo poseído en la nata montada de tus pechos
y busco, a ciegas, los bellos profiteroles que los adornan,
el hambre de ti atrasado, guía mis labios insatisfechos,
sus delicado punto perfecto de textura y sabor me trastornan.
Viajo despacio a tu vientre, mar de esponjosas y suaves natillas,
saboreo cada poro y busco con la lengua tu delicada cicatriz,
la risa te hace retorcerte, encantadora, de placer y cosquillas
y ya sin más demora voy en busca de tu deliciosa bisectriz.
Devoro el chocolate blanco de tu pubis, portal de dulces cavernas,
que se abren para dejar pasar mi boca en aroma de buganvilla.
Hundo mi nariz, sin remedio, en la crema suave entre tus piernas,
me vence la gula y la fruta prohibida se abre entre risas y mantequilla.
Volcán
nacen ortigas en mis labios huérfanos de los tuyos.
Te has despedido de mí, herida y triste, de repente,
Me intento abrigar, pero tus recuerdos son cuchillos
No soy nada, nada más que un hueco triste y yermo,
miércoles, 30 de junio de 2021
Lo que conozco de tí
Supongo que lo dices por enfado o rencor y sin pensarlo me asaltan mil cosas que conozco de ti, te las diría al oído, si quisieras escucharlas. El amor incondicional por la gente que quieres (tus familia, tus amigas....), con una pasión que emociona, y un dolor cuando les ocurre algo que sobrecoge.
También conozco más cosas, alguna que poca gente más conoce, la profundidad de tus ojos marrones cuando miras de cerca, nariz con nariz. En esos momentos toda mi alma se hundía en tu mirada profunda y bellísima. He hablado de tu a tu con el delfín que escondes a la vista de todos y he sentido de cerca el pulso de tu cicatriz, la firma que te hace única. La perfección tiene heridas que la engrandecen.
Conozco bien el peso de tu cuerpo, lo he medido sobre distintas superficies, duras y blandas, cálidas y frías y he sentido como cada uno de tus gramos vibraba con el universo y lo empequeñecía con tu risa de placer.
Conozco tu apetito y como una vez fuiste feliz con un puñado de cacahuetes. Se como aplastas el aguacate en el desayuno y como mimas a tus kiwis. Y también conozco tu olor, natural y fresco, embriagador y tú sabor, de cada rincón de tu cuerpo, especialmente del más delicioso y oculto. No puedo olvidar el tacto de tu piel suave y la dulzura de tus pechos breves y tus pezones orgullosos. Tengo que confesarte que tengo guardado solo para mi un mapa preciso de tu cuello dibujado por mis labios, como la isla de un preciado tesoro. La x está marcada sobre los deliciosos lóbulos de tus orejas adornados por pequeños pendientes.
Conozco tu forma de bailar y de moverte, aunque tienes que reconocer que has tenido en mi un buen maestro. He puesto nombre a cada pelo de tu flequillo, aunque con el pelo recogido sobre la cabeza estas arrebatadora, el flequillo te da un interesante aire de emperatriz egipcia. Tanto te conozco que puedo recordarte un millón de veces con los ojos cerrados. mis manos y mis labios han sido los exploradores más valientes de tu geografía. Se han quedado huérfanos y no quieren tocar y besar otra piel que no sea la tuya. Conozco tu forma de dar amor y de buscarlo, incansable.
Conozco tantas cosas más que podría escribir una enciclopedia (en la que no olvidaría mencionar tus pies juguetones y tus uñas pintadas de vivos colores). Pero tienes razón, en una cosa no te conozco, en esa forma de olvidarte de mi, vestida de indiferencia y silencio que me duele tanto.
sábado, 19 de junio de 2021
Sueño en la plaza
viernes, 18 de junio de 2021
Naufragios
Me quedan de ti recuerdos de los mares que navegamos juntos. Recuerdos de naufragios en mares de sabanas y almohadas, arrastrados de un lado a otro por corrientes y olas llenas de pasión
Después del naufragio, exhaustos y más vivos que nunca, cada uno tomábamos tierra en una isla distinta, donde separados esperábamos con deseo el próximo barco, y la siguiente tempestad de cuerpos desatados.
Pisando ramas secas
Por las calles de Madrid tengo la costumbre de pisar las pequeñas ramas secas que en suelo esperan pacientes ser arrastradas por el viento o recogidas por el personal de limpieza.
Me seduce mucho ese sonido, un pequeño crujido seco. Intento siempre pisar de forma que se parta a la vez por varios sitios, como varios crujidos encadenados que me dan mucho placer. Aunque a veces un crujido solo tiene el encanto del inicio de la primera vez. Lo mejor es combinar los tipos de pisada y los tipos de ramitas.
Esta técnica creo que no la pone en práctica mucha gente en Madrid, yo al menos no he visto a nadie nunca hacerlo. A veces yendo al trabajo me entretengo tanto que tengo que pensar en otra cosa para no llegar tarde y a veces también dejo de hacerlo, para que la gente que me mira extrañada no descubra que estoy loco.
¿Recuerdas amor que alguna vez lo hicimos juntos?, te enseñe y durante algunos ratos nos disputamos a ver quien llegaba antes a las ramitas para pisarlas, tengo mucha más experiencia que tu en esto, pero tu risa y tu brillo desarmaba mi técnica.
Si alguna vez descubro a alguien pisando ramitas sabré que ha leído esto y cruzaré con el una mirada de complicidad.
domingo, 15 de diciembre de 2019
Melancolia
Creo que madurar (por no decir envejecer) consiste en ir acumulando melancolía por las perdidas. Decía Víctor Hugo que “la melancolía es la felicidad de estar triste”. Es el síntoma de que algo deseable se ha perdido, unas risas con los amigos, que tal vez ya no están cerca, cualquier momento feliz.
domingo, 1 de diciembre de 2019
Creación
Muchas veces es un impulso indefinido el que me empuja a crear algo. Busco y rebusco entre los materiales, papeles, lapiceros, rotuladores, pinceles, revistas viejas, piedras o trozos de conchas, hasta que ese impulso crea una conexión con la materia y empieza a tomar forma en mi cabeza mientras mis dedos no paran de agitarse. En cierto instante empieza el movimiento, aparentemente descontrolado e inconsciente. El cuerpo ya sabe que hacer, las manos manejando los materiales, los ojos prestando su capacidad de visión, todo el cuerpo enfocado y la mente.... la mente totalmente en blanco, cediendo todo el protagonismo sin juzgar ni evaluar. Disfrutando.
viernes, 29 de noviembre de 2019
Sirena
con la marea alta en una orilla solitaria,
en tu pelo juega al escondite el sol.
En tus ojos castaños brilla un acuario
mágico de suaves olas y peces de colores,
tus manos juegan con los reflejos del agua.
A veces, de día, vistes tu cola preciosa
con deslumbrantes escamas de pequeñas estrellas,
te diviertes creando con ella todas las mareas.
El placer me embriaga con la visión de tus manos
creando reflejos y salpicaduras en el agua,
y en la distancia, furtivo, admiro tu sonrisa.
Si te tengo cerca vibro con el mar, si te toco,
el universo entero estalla en silencio entre las olas,
rosas y delfines desean nuestro encuentro.
En una orilla solitaria descansando en la arena
poco a poco te vas abriendo como una flor en primavera,
mientras me miras con tus ojos tristes.
Me llamas y me acuesto temblando a tu lado,
brotan centelleantes todos los deseos,
mueves tu cola y tu sexo se muestra limpio entre las escamas.
Beso tus brazos, tu espalda, tu pelo, tu cuello,
tus manos, tus pechos, tu vientre....
al fin, me disuelvo en tus entrañas liquidas.
Mi cuerpo licuado son ondas de colores que vibran
con las olas que te alejan, intento cogerte,
pero solo toco aire. Tus ojos se disuelven en la bruma.
Acuarela
Luego, siempre esta el agua jugando con los pigmentos de acuarela. Siempre el agua…. Igual que el agua es la materia prima de la vida, la acuarela es el instinto creador del agua.
La clave de la pintura a la acuarela es dejar que el agua haga su trabajo, que manifieste su espíritu jugando con los colores sobre el papel. El gran problema de las personas que se inician en la acuarela suele consistir en que quieren dictar al agua que debe hacer exactamente y como y donde depositar el pigmento y el agua no se deja. Hay que abrir caminos para que se exprese, dejando espacios vírgenes donde asome la pureza del papel, el resto, el resto lo hace el agua.
Brotes tiernos
Son brotes tiernos comestibles. Me alimento de ellos, cada recuerdo que brota lo miro desde todos los ángulos, lo aprecio y lo disfruto, luego me lo como. No lo mastico, le doy vueltas y vueltas por toda la boca y me recuerda la sensación de tu lengua. Cuando lo he saboreado bien, lo trago.
Dentro de mi, se nutre de mi carne, donde echa raíces y se desarrolla.
Nadie lo ve, pero por cada poro de mi piel salen troncos, ramas y hojas. Soy el bosque donde han ido brotando y creciendo tus recuerdos.
Separación
Parque del Retiro
No se porque recuerdo eso ahora, pero recuerdo especialmente la niebla que caía sobre el parque, desdibujando las formas. Ayudaba a la niebla el brillo difuminado de las escasas farolas y la oscuridad de la noche.
lunes, 14 de octubre de 2019
Al final solo arte
¿Qué es el arte? no lo se, pero tampoco me importa llegar a saberlo, he discutido a veces defendiendo posturas enfrentadas entre si por puro ejercicio dialéctico, también he leído decenas de definiciones vacías: «Arte es lo que hace el artista»…. «cualquier cosa hecha con una intencionadamente estética»…. «la filosofía que refleja un pensamiento»……
Al final que mas da, todas las definiciones son válidas porque reflejan el sentir y la forma de pensar de quién las expresa. Pero si me tengo que quedar con alguna me quedo con Marc Chagall al decir que el arte es un estado del alma. Todo depende de lo que siente y mueve al creador. El espectador no es necesario, pero sí existe se convierte en otro actor independiente que aporta su propio estado mental. Ambos, creador y espectador participan en la asignación de significados. Cuando eso ocurre hablamos de arte, antes de eso, solo sentimientos, y antes… solo roca (materia). Verdad pura.
Creo que el artista solo intenta interpretar un estado de animo, el suyo. A veces siento que crear es una forma de generar recursos que utiliza de combustible nuestros problemas no resueltos, nuestras obsesiones y estados de ánimo. El arte es una excusa.

Recreamos con el arte sentimientos que se originan en la naturaleza, solo roca y agua al principio, y descubriendo que también ésta tiene alma. La belleza de la expresión se codea con las metáforas. Al final, no deja de ser una mentira.
Una mentira más
Desgraciadamente solo algunas, las que me caben en el bolsillo puedo llevarlas a casa. Con las otras intento pegarlas a mi retina y fotografiarlas. Aquellas, las que me llevo, las mimo y las cuido, veo y siento en ellas el paso del tiempo y la erosión del agua, en sus formas, en su textura, en su color.
Algunas solo las contemplo, a otras intento darlas vida, generalmente con una finalidad estética y contemplativa, otras en cuadros, las veces en forma divertida o grotesca. Es una forma de homenaje, casi religioso, y de incorporar la naturaleza a mi necesidad de creación.
Esta producción, que ya no tengo sitio para ir guardando y almacenando, ha cogido vida propia y necesita que otras personas aporten su realidad, su interpretación, sus sentimientos. Por eso he abierto una tienda en Internet, por eso crear esta tienda. Por eso, y para seguir avanzando, hay que libarse de algunas compañeras de viaje y que acompañen a otras vidas mortales y efíemeras como la mia. Así yo sigo, algo más ligero, por la corriente, entre rocas, dando forma a la realidad.
Todo es líquido

Al principio piedra
La piedra representa mi contacto con la realidad, las pequeñas piedras que me acompañan, que acaricio, que huelo, que pinto. No dudo de ellas. Su tacto no engaña, tocarlas me produce una sensación profunda.
Se que pintarlas no las hace mal, solo es un vestido temporal

martes, 6 de agosto de 2019
Olvido
No, las cuerdas saltan en pedazos cuando oigo tu canto, o simplemente si me llega el leve aroma de tu cuerpo fresco a través del aire.
Voy a construir un castillo, sin huecos, sin orificios, sin nada, tal vez hasta sin aire. Iré tapiando cada abertura hasta recluirme en el espacio más pequeño y aislado, en una mazmorra. Encadenado a mil recuerdos y sensaciones.
domingo, 23 de diciembre de 2018
Fiebre
Maternidad
Cruce mi cámara con la mirada de esa madre en un mercado del norte de Vietnam, cerca de Sapa. En Vietnam, sentí que yo y mi cámara éramos bienvenidos, o generaban indiferencia, o en los más de los casos incluso llegaba a notar una leve pose, una mirada, un sonrisa.
La mujer que encabeza esta entrada se paro mirando la cámara de frente sin miedo, transmitiendo el orgullo, con su hijo en brazos, de la maternidad. La belleza del gesto me sobrecogió y ahora cuando veo esta foto de nuevo siento ese orgullo, ese vínculo entre la madre y su hijo, indisoluble. La prisa por hacer la foto me llevo a no enfocar bien donde mi cabeza hubiera decidido serenamente, a los dos, o al menos a los de la mujer. Sin querer esta foto refleja más el sentido de la maternidad. el foco puesto en el hijo, protagonista, la madre en segundo plano, guardiana y sostén.
La madre es una persona que acompaña una vida desde su primer instante, desde la fecundación del óvulo, hasta el parto, y a partir de ese momento se crea una unión de una resistencia y fuerza tan inmutable y fuerte como la ley de la gravedad o cualquier otra ley cósmica que pueda hacer girar sin fin planetas y galaxias.
Todo esto viene a hablar de mi madre. No voy a contar mucho, en resumen que es la persona que más amor me ha dado, amor de verdad, porque sí, sin contrapartidas. El dolor de su marcha aún me acompaña. Cuando tengo un recuerdo de afecto profundo, o cuando pienso el alguien especial, entre todas las personas maravillosas que me rodean, me viene ella a la cabeza, siempre. La recuerdo condescendiente y cariñosa escuchando mis excusas, muchas veces torpes e infantiles mentiras, ante mis, digamos gamberradas, como cuando tiraba el bocadillo de la merienda sin comérmelo o cuando la sisaba unas pesetas de la cartera y otras muchas cosas, más serias, que tampoco voy a contar hoy aquí.
Es curioso como mi memoria, a veces tan floja, me funciona tan bien recordando cosas de mi madre. También recuerdo que no paraba de trabajar y no dejaba de ocuparse de todo ni un solo instante, limpiando, ordenando, cocinando, remendando, haciendo jabón con sosa caústica de una forma que me parecía pura magia, oreando (me encanta esta palabra) mi colchón de lana que tenía una funda de rayas rojas y blancas de los americanos, de cuando el plan Marshall, llevándome al colegio, recogiéndome, y siempre, creo recordar, simultaneando todas estas tareas con el ganchillo o haciendo prendas de lana, siempre incansable y siempre pendiente de los demás, de que no les faltara nada, de dar todo el cariño que podía, en mayúsculas, de dar TODO lo fuera necesario.
Sigo sintiendo el dolor de la perdida y la culpa de no haberla ayudado mucho más en los momentos difíciles, de no haberme despedido mejor de ella, que hablándola y acariciándola el pelo los días eternos que paso en la UCI mientras estuvo en estado de coma. Tal vez un día, con fuerza pueda escribir y contar todo para liberar a los fantasmas que aún hoy pasean sus cadenas por mis recuerdos.
Mi suegra la conoció y se hicieron amigas, a pesar de sus diferencias, o gracias a ellas, encajaron y se llevaban muy bien. Mi suegra, cada poco, cuando nos vemos, la gusta recordarme cosas de mi madres,y yo siempre, siempre, siento unas irrefrenables ganas de llorar.
En esta entrada tuve la tentación de poner una foto de mi madre pero prefiero dejarlo así, este blog tiene como una de sus características acompañar breves textos con fotos mías en blanco en negro, y así se queda. Y también prefiero titularlo en general, para todas las madres, en especial a aquellas que tienen que encargarse de sus hijos sin ayuda. Son todas las protagonistas de ese amor universal y eterno, que yo traigo aquí con el recuerdo de mi madre y está foto de una mujer vietnamita.
Basura
Me gusta tener cosas. Antes las guardaba, todas las que podía, incluso casi más allá de mis posibilidades de espacio para almacenarlas. Todo aquello que fue útil alguna vez me daba pena tirarlo, como si lo estuviera despreciando después de que me había prestado desinteresadamente sus servicios, y aquellas cosas que no me habían resultado útiles tampoco podía tirarlas, pensando que algún día tendrían un valor inesperado.
Me encontré rodeado de cosas que a falta de una utilidad demostrable eran totalmente inútiles, trozos de palets, cajas de fruta, cartones, revistas y periódicos antiguos.... De repente, o después de un proceso no se cuanto de largo y que no fue consciente, sentí el peso, de cada gramo, de todo esto.
Necesité liberarme. Los viajes al punto limpio han sido una constante los últimos tiempos, y cada uno de ellos ha sido una pequeña liberación. Ir haciendo pequeños huecos en casa ha sido higiénico, ver el espacio vacío, que un día si quiero puede volver a ocupar es una delicia. El único misterio de todo esto es que siempre se libera menos espacio de lo que las cosas ocupan, es como si estuvieran comprimidas.
Para ser sincero no me he librado de todo lo inútil. De mucho si, pero el resto lo he escondido para que parezca que no está. Es una pequeña mentira que me digo a mi mismo. Lo único que no he escondido son las piedras, piedras de sitios por los que paso. Están desperdigadas como sin querer (gracias que tengo un pequeño jardín), como si siempre hubieran estado donde están, y por supuesto, tuvieran derecho a no ser molestadas. Así que están dormitando, ajenas al paso del tiempo, esperando que las pinte y cobren vida.
Al final por dentro y por fuera, va creciendo el vacío. Solo van quedando piedras.